domingo, 29 de noviembre de 2009

Gabriel Celaya



Autobiografía


No pongas los codos en la mesa.Dobla bien la servilleta.Eso, para empezar.Extraiga la raíz cuadrada de tres mil trescientos trece.¿Dónde está Tanganika? ¿Qué año nació Cervantes?Le pondré un cero en conducta si habla con su compañero.Eso, para seguir.¿Le parece a usted correcto que un ingeniero haga versos?La cultura es un adorno y el negocio es el negocio.Si sigues con esa chica te cerraremos las puertas.Eso, para vivir.No seas tan loco. Sé educado. Sé correcto.No bebas. No fumes. No tosas. No respires.¡Ay, sí, no respirar! Dar el no a todos los "nos".Y descansar: morir.

GABRIEL CELAYA (1911-1991)

No cojas la cuchara con la mano izquierda.



ELEGIDO POR Mª ÁNGELES MARTÍNEZ MÉNDEZ



domingo, 22 de noviembre de 2009

16- 20 de NOVIEMBRE de 2009.


UNA FOTO DE CUANDO NIÑA

Hoy, como quien encuentra su pasado al voltear la esquina de la calle donde jugaba de pequeña, encuentro la vieja cajita de cartón
que yace olvidada en uno de los cajones de la cómoda.

Esa caja casi deshecha, con las esquinas romas que tan a menudo veo,
pero que nunca abro,
y que una y otra vez aparto de un lado a otro del cajón como algo inútil e inservible.

Hoy, sin embargo, algo me mueve a turbar su reposo,
y la cajita, ansiosa, rompe su silencio para decirme algo.

Al abrirla, veo la foto de una niña pequeña con su vestido azul
y los zapatos blancos de charol que yo también solía.

Y se me descompone el rostro
y me tiemblan las manos,
y mis ojos, que apenas dan crédito a lo que ven, comienzan a chorrear llanto.

Hago un esfuerzo e intento comprender que mirarla es mirarme,
que acariciarla es acariciarme,
pero me doy cuenta que ni soy aquella niña
ni tampoco la mujer que quise ser de pequeña.

Sonrío en la foto,
y lo hago con tal fuerza que mi sonrisa derriba la umbría espesura
de la lúgubre casa en la que vivo
y también los veinte años que nos separan.

Y a pesar de todo ello,
a mi sonrisa en la foto me refiero,
aún no puedo sonreír al mirarla,
al mirarme,
porque ya ni siquiera recuerdo cómo sonreír.


HASTA QUÉ PUNTO EL MIEDO

Si volviera a nacer
me gustaría ser estatua,
o grano de arena,
o gota de agua
o pluma de pájaro...

Pero de tener que nacer mujer,
me gustaría nacer con otro nombre,
o dormir en otra ciudad que no sea esta ciudad,
o con alguien diferente,
alguien que no tuviese por lengua una fusta
ni por palabra la desbocada furia de sus manos.

Y me gustaría sobre todo,
que este hombre, simplemente me llamase por mi nombre.

O mejor, me gustaría no nacer y punto. Sí, mejor no nacer.


MANUEL LUQUE TAPIA (1962)

ELEGIDOS POR EL ALUMNADO DE TALLER DE LECTURA
DE 2º ESO D Y E

sábado, 14 de noviembre de 2009

16- 20 de NOVIEMBRE de 2009.

CONVERSACIÓN CON UN INSPECTOR DE IMPUESTOS SOBRE POESÍA

¡Ciudadano inspector de impuestos! Perdone que le moleste. Gracias… no se preocupe… me quedaré de pie.
Mi asunto es de carácter delicado:
sobre el lugar del poeta en una sociedad de trabajadores.
Junto con los propietarios de tiendas y propiedades agrícolas, estoy sujeto también a impuestos y penalizaciones.
Me reclama usted quinientos por el semestre
y veinticinco por no presentar mi declaración.
Mi trabajo es como cualquier otro trabajo.
Fíjese: mire qué pérdidas he tenido,
qué gastos tengo en mi producción
y cuánto se gasta en materiales. Usted sabe, por supuesto, lo del fenómeno llamado “rima”. Supongamos que un verso acaba con la palabra “giro”;
entonces, dos versos después, repitiendo las sílabas,
ponemos algo así como “tiroriro”.
En el lenguaje, la rima es como un pagaré
Que vence dos versos después –esa es la regla-.
Y uno busca la calderilla de sufijos e inflexiones
en la saqueada caja de las declinaciones y conjugaciones.
Empieza uno incrustando una palabra en un verso,
pero no encaja –se la fuerza y se rompe-.
Ciudadano inspector de impuestos, le doy mi palabra:las palabras le cuestan al poeta mucho dinero.
En nuestro lenguaje la rima es un barril:un barril de dinamita. La rima es una espoleta.
El verso se deshace hacia el final y estalla:
y la ciudad salta al cielo volada en una estrofa.
¿Dónde va a encontrar, y con qué tarifa de valoración,
rimas que apunten y maten de un solo disparo? Quizá queden cinco o seis rimas sin usar solamente en algún sitio como Venezuela.
Y así tengo que visitar países cálidos y fríos.
Allá me precipito, enredado en pagos sobre anticipos y préstamos.
¡Ciudadano! Admítame mis gastos de viaje.
La poesía toda ella es un viaje a lo desconocido.
La poesía es como sacar radium de la tierra:
por cada gramo se trabaja un año.
Por una sola palabra se gastan
miles de toneladas de ganga verbal.


VLADIMIR V. MAIAKOVSKI (1893-1930)

ELEGIDO POR PACO TORRES

domingo, 8 de noviembre de 2009

9 - 13 DE NOVIEMBRE DE 2009

LE PAS
Tes pas, enfants de mon silence,
saintement, lentement placés,
vers le lit de ma vigilance
procèdent muets et glacés.
Personne pure, ombre divine,
qu'ils sont doux, tes pas retenus!
Dieux!... tous les dons que je devine
Viennent à moi sur ces pieds nus!
Si, de tes lèvres avancées,
tu prépares pour l'apaiser,
à l'habitant de mes pensées
la nourriture d'un baiser,
Ne hâte pas cet acte tendre,
douceur d'être et de n'être pas,
car j'ai vécu de vous attendre,
et mon coeur n'était que vos pas.

PAUL VALÉRY (1871-1945)

ELEGIDO POR JOSÉ ANTONIO NAZ

LOS PASOS
Tus pasos,
por el silencio creados,
avanzan santa, lentamente,
hacia el lecho de mi impaciente vigilar,
fríos, callados.
Queridos,
adorados pasos mudos,
que sin oír mis ansias adivinan,
¡Qué regalos celestes se encaminanhacia mi lecho
en unos pies desnudos.
Si, para mi sueño obseso,
tu bocas haces avanzar
yo preparo el paladar
al alimento de un beso.
No lo apresures,
ten calma,
dulzura de ser no siendo,
que de esperar voy viviendo
y son tus pasos
mi alma.

Versión de Charles Dampierre

martes, 3 de noviembre de 2009

3-6 NOVIEMBRE 2009

DÍA DE LOS DIFUNTOS

¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
Esta aura que vaga, llena
de los sencillos olores
de las campesinas flores
que brota esa orilla amena;
esa agua limpia y serena
que atraviesa sin temor
la barca del pescador
que espera cantando el día,
¿no es cierto, paloma mía,
que están respirando amor?
Esa armonía que el viento
recoge entre esos millares
de floridos olivares,
que agita con manso aliento;
ese dulcísimo acento
con que trina el ruiseñor
de sus copas morador,
llamando al cercano día,
¿no es verdad, gacela mía,
que están respirando amor?
Y estas palabras que están
filtrando insensiblemente
tu corazón, ya pendiente
de los labios de don Juan,
y cuyas ideas van
inflamando en su interior
un fuego germinador
no encendido todavía,
¿no es verdad, estrella mía,
que están respirando amor?
Y esas dos líquidas perlas
que se desprenden tranquilas
de tus radiantes pupilas
convidándome a beberlas,
evaporarse, a no verlas,
de sí mismas al calor,
y ese encendido color
que en tu semblante no había,
¿no es verdad, hermosa mía,
que están respirando amor?
¡Oh! Sí, bellísima Inés,
espejo y luz de mis ojos;
escucharme sin enojos
como lo haces, amor es:
mira aquí a tus plantas, pues,
todo el altivo rigor
de este corazón traidor
que rendirse no creía,
adorando, vida mía,
la esclavitud de tu amor.

JOSÉ ZORRILLA (1817-1893)
Don Juan Tenorio

ELEGIDO POR GLORIA GARCÍA