martes, 30 de diciembre de 2014

José María Álvarez

Portada de 87 poemas de José María Álvarez, publicado por la editorial Helios, Madrid, 1971.




NUBES DORADAS

Esperar hasta que la esperanza cree de su propia
Destrucción la cosa que contempla
-PERCY B. SHELLEY-

Bebed y jurad, vosotros que vais en la proa de la
ballenera de la muerte! Muera Moby Dick!
-HERMAN MELVILLE-


Qué importa ya mi vida

Cada vez que levanté mi casa, la
destruía. A cualquier país que llego
no amo otro momento
que aquel de divisarlo. Nunca
pude decir dos veces bien venida
a la misma mujer.


Respetarse uno mismo.


Pensar...


Veo crecer los rosales que planté.
Destapo la última botella del último
pedido.


                       Miro
cómo mi vida salva cuanto hay de noble.


Por ti, oh cultura, y por todos
los que vivos o muertos me hacen compañía,
bebo.


Más allá del tiempo y de mi cuerpo,
bebo. Lleno
de nuevo el vaso. Dejo
que lentamente el alcohol vaya cortando
los hilos que me unen 
a esta barbarie.


                      Y con la última
copa, la del desprecio,
brindo por los que aman como yo.




JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ (Cartagena, 1942), 87 poemas, Madrid, Helios, 1971.


lunes, 15 de diciembre de 2014

Walt Whitman

Fotograma de la película "El club de los poetas muertos"



¡Oh capitán, mi capitán!


I

¡Oh capitán, mi capitán!
Terminó nuestro espantoso viaje;
El navío ha salvado todos los escollos,
Hemos ganado el codiciado premio;
Ya llegamos a puerto, ya oigo las campanas,
Ya el pueblo acude gozoso,
Los ojos siguen la firme quilla del navío resuelto y audaz,
Mas, ¡oh corazón, corazón, corazón!
¡Oh rojas gotas sangrantes!
Mirad, mi capitán en la cubierta
Yace muerto y frío.


II

¡Oh capitán, mi capitán!
Levántate y escucha las campanas;
Levántate, para ti flamea la bandera,
Para ti suena el clarín;
Para ti los ramilletes y guirnaldas engalanadas,
Para ti la multitud se agolpa en la playa;
A ti llama la gente del pueblo,
A ti vuelven sus rostros anhelantes.
¡Oh capitán, padre querido!
¡Que tu cabeza descanse en mi brazo!
Esto es sólo un sueño: en la cubierta
Yaces muerto y frío.


III

Mi capitán no responde,
Sus labios están pálidos e inmóviles;
Mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad;
El navío ha anclado sano y salvo,
Nuestro viaje, acabado y concluido;
Del horrible viaje el navío victorioso llega con su trofeo.
¡Exultad, oh playas, y sonad, oh campanas!
Mas yo, con pasos fúnebres,
Recorreré la cubierta donde mi capitán
Yace muerto y frío.


WALT WHITMAN (1819-1892). Poema incluido en Hojas de hierba (1862).



O Captain my Captain!

O Captain my Captain! our fearful trip is done; The ship has weather’d every rack, the prize we sought is won; The port is near, the bells I hear, the people all exulting, While follow eyes the steady keel, the vessel grim and daring:
But O heart! heart! heart! O the bleeding drops of red, Where on the deck my Captain lies, Fallen cold and dead.
O Captain! my Captain! rise up and hear the bells; Rise up—for you the flag is flung—for you the bugle trills; For you bouquets and ribbon’d wreaths—for you the shores a-crowding; For you they call, the swaying mass, their eager faces turning;
Here Captain! dear father! This arm beneath your head; It is some dream that on the deck, You’ve fallen cold and dead.
My Captain does not answer, his lips are pale and still; My father does not feel my arm, he has no pulse nor will; The ship is anchor’d safe and sound, its voyage closed and done; From fearful trip, the victor ship, comes in with object won;
Exult, O shores, and ring, O bells! But I, with mournful tread, Walk the deck my Captain lies, Fallen cold and dead.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

José Mª Gabriel y Galán




El embargo


Señol jues, pasi usté más alanti
y que entrin tos esos.
N
o le dé a usté ansia,
no le dé a usté mieo...

Si venís antiayel a afligila
sos tumbo a la puerta. ¡Pero ya s'ha muerto!

Embargal, embargal los avíos,
que aquí no hay dinero:
lo he gastao en comías pa ella
y en boticas que no le sirvieron;
y eso que me quea,
porque no me dio tiempo a vendello,
ya me está sobrando,
ya me está jediendo.

Embargal esi sacho de pico,
y esas jocis clavás en el techo,
y esa segureja
y ese cacho e liendro...
¡Jerramientas, que no quedi una!
¿Ya pa qué las quiero?

Si tuviá que ganalo pa ella,
¡cualisquiá me quitaba a mí eso!
Pero ya no quio vel esi sacho,
ni esas jocis clavás en el techo,
ni esa segureja
ni ese cacho e liendro...

¡Pero a vel, señol jues: cuidaíto
si alguno de esos
es osao de tocali a esa cama
ondi ella s'ha muerto:
la camita ondi yo la he querío
cuando dambos estábamos güenos;
la camita ondi yo la he cuidiau,
la camita ondi estuvo su cuerpo
cuatro mesis vivo
y una noche muerto! ...

Señor jues: que nenguno sea osao
de tocali a esa cama ni un pelo,
porque aquí lo jinco
delanti usté mesmo.
LLeváisoslo todu,
todu, menus eso,
que esas mantas tienin
suol de su cuerpo...
¡y me güelin, me güelin a ella
ca ves que las güelo! ...


JOSÉ Mª. GABRIEL Y GALÁN (1870-1905)

lunes, 1 de diciembre de 2014

Concepción Arenal

Cartel de la película "El abuelo", de José Luis Garci.



IBA UN DÍA CON SU ABUELO



Iba un día con su abuelo
paseando un colegial,
y debajo de un peral
halló una pera en el suelo.
Mírala, cógela, muerde,
mas presto arroja el bocado
que muy podrida de un lado
estaba y del otro lado, verde.
Abuelo,¿como será,
decía el chico escupiendo,
que esta pera que estoy viendo
podrida ,aunque verde, está?
El anciano con dulzura
dijo, vínole ese mal
por caerse del peral
sin que estuviese madura.


CONCEPCIÓN ARENAL (1820-1893)




A CONCEPCIÓN ARENAL

Porque fue buena y comprendió …
Porque su cuerpo fue leña
que su alma clara consumió
con una llama hogareña …
Porque negaba la maldad
y sabía la muerte impotente …
Porque alcanzó la bondad
del corazón y de la mente …
Porque tuvo al dolor cariño.
Porque en el hombre veía al niño …
Porque hizo el perdón fatal …
Porque endulzó las penitencias …
Porque iluminó las conciencias …
Es santa Concepción Arenal.


MANUEL MACHADO (1874-1947)


VER: Poeticous


lunes, 24 de noviembre de 2014

Juan Goytisolo recibe el Premio Cervantes 2014

Portada de Señas de identidad, de Juan Goytisolo. Ed. Joaquín Mortiz, México, 1966.


HOMENAJE

CAPÍTULO 1


Instalado en París cómodamente instalado en París con más años de permanencia en Francia que en España con más costumbres francesas que españolas incluso en el ya clásico amancebamiento con la hija de una notoria personalidad del exilio residente habitual en la Ville Lumière y visitante episódico de su patria a fin de dar un testimonio parisiense de la vida española susceptible de épater le bourgeois, conocedor experto de la amplia geografía europea tradicionalmente hostil a nuestros valores sin que falte en el programa de sus viajes la consabida imposición de manos del santón barbudo de la ex paradisíaca isla antillana transformada hoy por obra y gracia de los rojos semirrojos e idiotas útiles en callado y lúgubre campo de concentración flotante evadido de las realidades del momento en un fácil confortable y provechoso inconformismo exhibiéndose con prudentes remilgos y calculada táctica en todos los cenáculos del mundo beocio y superferolítico para granjearnos la venia y el perdón de los Zoilos de allende el Pirineo mientras el censo de nuestros auténticos valores cinematográficos es objeto de voluntaria ignorancia cerrojazo y conspiración de silencio tales son las características del individuo en cuestión y sus contactos y coordenadas en el exterior promovido a la categoría de fotógrafo oficial de la France Presse y anunciado fuera de nuestras fronteras a bombo y platillo con el internacional y resobado repertorio de alharacas y garambainas con que se saluda siempre en algunos círculos a lo que de lejos o de cerca huela a anti-español por haber rodado un breve documental de planificación defectuosa y chata pésimamente amalgamado y carente de garbo fotográfico y de poesía no es cosa que pueda extrañarnos acostumbrados como estamos a hechos y actitudes cuya triste reiteración revela el odio impotente de nuestros adversarios cualquiera que sea el Régimen que exista en nuestra patria a partir de la Contrarreforma para acá España viene padeciendo los ataques más injustos irritantes e intolerables que a nación alguna se le hayan podido dirigir ataques que de manera sistemática tienen su rebrote periódico desde la taimada trinchera de la mentira del resentimiento de la información malintencionada y tendenciosa de todo lo que implique atentar contra la soberana decisión de un país de gobernarse por sí mismo sin injerencias foráneas ni arbitrarias imposiciones y si estos ataques son indignantes cuando nos vienen de manos extranjeras no merecen más que desprecio si proceden de un compatriota dispuesto a colocar la turbina en la cloaca con el propósito de convertirse en un personajillo al pairo de posiciones políticas que conocemos hasta la saciedad en esta hora tan sospechosamente transida de desasosiegos polémicos fabricar estampitas de suburbios es sumamente fácil ni siquiera hay que molestarse en que sean verdaderas unos extras disfrazados de guardias pueden apalear a un «obrero» desnudar a un chiquillo embadurnado de carbón y sentarlo en un montón de estiércol está al alcance de cualquier desaprensivo pero quien eso hace revela tal catadura moral que mejor es no mencionarlo aunque no bastaran dos sustantivos y una preposición para la ofensa cerrada el agravio artero la vituperación el oprobio y el escarnio que se alumbran con las lívidas luces de la mentira no puede haber libertad ni manga ancha ni una tolerancia que serían criminosas que hay miseria y dolor en España nadie lo niega fotografiar barracas miserables es tarea común no sólo en los países civilizados de Europa sino en el dorado suelo de los Estados Unidos encontrar cualquier niño raquítico y con el vientre hinchado tampoco es problema en ninguna nación por alto que sea su tenor de vida cuando los gángsters de la cámara fotográfica se proponen retratarlo y mostrar las lacras de la sociedad humana a un público extranjero de intelectuales y de esnobs pero no es lícito ni honesto mirar con un solo ojo no es posible negarse a ver el conjunto entender únicamente de la parte claro que hay hambre sequedad y desamparo en el tuétano de todo este escenario de Murcia y Andalucía mas hay también algo que el amanerado personajillo parisiense olvida y este algo es la esperanza más que en ninguna otra parte es preciso mirar estas regiones secularmente pobres con los ojos limpios y el corazón abierto sin abrigar la insensata pretensión de trasponer su secreto mediante una visión fugaz y trashumante más propia de un Merimée de pacotilla que un vástago de familia acomodada y respetable de padre vilmente asesinado por la horda roja niño bien con todos los gustos y caprichos pagados cristianamente educado en veterana institución religiosa bajo la tutela y el amparo de hombres intachables y dignos lo esencial repetimos es ponerse de rodillas ante este panorama ancho y reseco mirar el cielo para detener la nube y escarbar la tierra para hollar la fuente redentora lo que no sea esto será caminar a ciegas envuelto en la centelleante tolvanera de la sierra de Yeste vivir un dramático e inconsolable complejo polifémico testimoniar con las pupas del alma empeñarse en ser enlutado sabihondo y mendaz rabisalserillo...


JUAN GOYTISOLO (Barcelona, 5 enero 1935), Señas de identidad (1966). 

Ver: Señas de identidad (Cap. I), en elboomeran.com

Platero cumple cien años



Melancolía

Esta tarde he ido con los niños a visitar la sepultura de Platero, que está en el huerto de la Piña, al pie del pino redondo y paternal. En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.
Cantaban los chamarices allá arriba, en la cúpula verde, toda pintada de cenit azul, y su trino menudo, florido y reidor, se iba en el aire de oro de la tarde tibia, como un claro sueño de amor nuevo.
Los niños, así que iban llegando, dejaban de gritar. Quietos y serios, sus ojos brillantes en mis ojos, me llenaban de preguntas ansiosas.
¡Platero amigo!—le dije yo a la tierra—; si, como pienso, estás ahora en un prado del cielo y llevas sobre tu lomo peludo a los ángeles adolescentes, ¿me habrás, quizá, olvidado? Platero, dime: ¿te acuerdas aún de mí?
Y, cual contestando a mi pregunta, una leve mariposa blanca, que antes no había visto, revolaba insistentemente, igual que un alma, de lirio en lirio...

JUAN RAMÓN JIMÉNEZ (Moguer, 1881- Puerto Rico, 1958).
Texto CXXXV de Platero y yo (1914).

domingo, 16 de noviembre de 2014

Federico García Lorca

Federico García Lorca y Pablo Neruda. 


Muerte de Antoñito el Camborio
A José Antonio Rubio Sacristán


Voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.
Voces antiguas que cercan,
voz de clavel varonil.
Les clavó sobre las botas
mordiscos de jabalí.
En la lucha daba saltos
jabonados de delfín.
Bañó con sangre enemiga
su corbata carmesí,
pero eran cuatro puñales
y tuvo que sucumbir.
Cuando las estrellas clavan
rejones al agua gris,
cuando los erales sueñan
verónicas de alhelí,
voces de muerte sonaron
cerca del Guadalquivir.

                   * * *

-Antonio Torres Heredia,
Camborio de dura crin,
moreno de verde luna,
voz de clavel varonil:
¿Quién te ha quitado la vida
cerca del Guadalquivir?
-Mis cuatro primos Heredias,
hijos de Benamejí.
Lo que en otros no envidiaban,
ya lo envidiaban en mí.
Zapatos color corinto,
medallones de marfil,
y este cutis amasado
con aceituna y jazmín.
-¡Ay, Antoñito el Camborio,
digno de una Emperatriz!
Acuérdate de la Virgen,
porque te vas a morir.
-¡Ay, Federico García,
llama a la Guardia Civil!
Ya mi talle se ha quebrado
como caña de maíz.


                * * *

Tres golpes de sangre tuvo
y se murió de perfil.
Viva moneda que nunca
se volverá a repetir.
Un ángel marchoso pone
su cabeza en un cojín.
Otros de rubor cansado
encendieron un candil.
Y cuando los cuatro primos
llegan a Benamejí,
voces de muerte cesaron
cerca del Guadalquivir.

FEDERICO GARCÍA LORCA (1898-1936). Romancero gitano (1928).



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miércoles, 12 de noviembre de 2014

Carmen Juan

Portada del libro Amar la herida, de Carmen Juan, VII Premio de Poesía Joven "Pablo García Baena". Córdoba, La Bella Varsovia, 2014



Ya lo advertiste




Ya lo advertiste.

Yo duermo en un lecho de flores secas. Nada


puede

cultivarse en esta tierra. Es por la humedad. Las

raíces se confían, crecen ya podridas. Esa es la

condena, está en el


origen. Si las semillas germinan, teme, porque

nadie


podrá salvar este campo.


Yo duermo


en un lecho de flores secas que crujen cuando

respiro.



Si vas a quedarte


no sonaremos.


Si vas a quedarte


este lecho será el silencio y el huerto yermo.


Ya lo advertiste.

Volarán proféticas golondrinas hasta tu cuarto,

se desintegrarán pronunciándome y sabrás, es

el castigo, es el castigo por lucir mi nombre en

el pecho.



Los valientes son los malditos.

La indiscreción se paga con plasma infectado.

La imprudencia se paga habitando el virus.


De modo que la escena es la siguiente:

ella (yo) armada como se arman los idiotas, ya

saben,

un papel


algo con lo que arruinarlo


una coraza de viento


la boca, eso sí, la boca


cubierta por una cinta para que calle


cubierta por una cinta porosa para que entre el

aire.


Ella (yo) dice


de acuerdo

asumo

silencio.


Vendrán la enfermedad y el castigo.

Ya lo advertiste.



De modo que el discurso es el siguiente:


soy demasiado joven para agitarme en el aire

pañuelo de despedida blanco como las palmas

de las niñas blanco

soy


demasiado joven para no ser valiente

demasiado joven para no ser estúpida

demasiado joven para no estar maldita


soy


demasiado joven


para no dar de comer a la bestia


para no alimentar desde estas manos blancas la

psicopatía


Vendrán la enfermedad y el castigo.

Ella (yo) estará esperando.”




CARMEN JUAN, de Amar la herida, Córdoba, La Bella Varsovia, 2014.



Nacida en Alicante en 1990, Carmen Juan Romero ha obtenido el VII Premio de Poesía Joven "Pablo García Baena" por su libro Amar la herida, publicado por la editorial cordobesa La Bella Varsovia en 2014.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Romancero viejo

Portada de El Romancero viejo, ed. de Mercedes Díaz Roig. Editorial Cátedra.


Romance de Bovalías el pagano


Por las sierras de Moncayo vi venir un renegado.
Bobalías ha por nombre, — Bovalías el pagano;
siete veces fuera moro — y otras tantas mal cristiano
y al cabo de las ocho — engañolo su pecado,
que dejó la fe de Cristo, — la de Mahoma ha tomado.
Este fuera el mejor moro que allende había pasado.
Cartas le fueron venidas que Sevilla está en un llano;
arma naos y galeras, gente de a pie y de caballo,
por Guadalquivir arriba su pendón llevan alzado.
En el campo de Tablada su real había asentado
con trescientas de las tiendas de seda, oro y brocado;
nel medio de todas ellas está la del renegado:
encima, en el chapitel, estaba un rubí preciado,
tanto relumbra de noche como el sol en día claro.


Recogido en Cancionero de 1550, pág. 249.

VER: El Romancero viejo, edición de Mercedes Díaz Roig. Madrid, Cátedra, 1997.

Cartel de Guadalquivir, largometraje de Joaquín Gutiérrez Acha


Por Guadalquivir arriba


Por Guadalquivir arriba cabalgan caminadores,
que, según dicen las gentes, ellos eran buenos hombres:
ricas aljubas1 vestidas, y encima sus albornoces2,
capas traen aguaderas, a guisa de labradores.
Daban cebada de día y caminaban de noche,
no por miedo de los moros, mas por las grandes calores.
Por sus jornadas contadas llegados son a las Cortes;
sálelos a recibir el rey con sus altos hombres.
-Viejo que venís, el Cid, viejo venís y florido.
-No de holgar con las mujeres, mas de andar en tu servicio,
de pelear con el rey Búcar, rey que es de gran señorío,
de ganarle las sus tierras, sus villas y sus castillos;
también le gané yo, el rey, el su escaño tornido.

1 'Gabán de manga corta'.
2 'Capa con capucha'.


ROMANCERO ANÓNIMO SIGLOS XIII-XV



Recogido en Primavera y flor de romances, WOLF, F.J. Y HOFMANN, C. Apéndice a Primavera y flor de romances, Marcelino Menéndez Pelayo. Tomado de un pliego suelto del siglo XVI en el Romancero general de Durán. Romance de libre invención, sin relación con el Cantar de Mío Cid o las crónicas posteriores.

VER: El Romancero viejo, edición de Mercedes Díaz Roig. Madrid, Cátedra, 1997.

Wikisourse: Romancero