domingo, 13 de septiembre de 2015

Ricardo Molina

Fotografía: Julia Luque (2015)

                       Isla


He seguido un impulso vagabundo
que me arrastraba a la isla sombría
dormida en brazos del oscuro río
que le ciñe temblando la cintura.
He descendido por la negra rampa
pegado al muro hasta llegar al agua.
Había un denso aroma de verbena
y limo.

A mis espaldas, encendida,
quietud, rumor, trepidaciones, Córdoba.
He vadeado suave, lentamente,
un brazo tibio del Guadalquivir.
Humilde huerto. Cuadro de lampazos.
Álamos blancos y cañaverales.
La arena fresca y estelar ondula
misteriosa ante mí.

De arena y cielo,
de sombra y soledad, oscuramente,
alimento mi alma.
Entre la playa
desierta y los luceros que allá arriba
alumbran otras playas de la noche
no hay separación ni intermediario.

El bar. Unos carburos marineros
evocan viejos barcos. Quitasoles,
desahucio de algún hotel antiguo.
Un techo de cañizo. El mostrador
lleno de vasos y frascos vacíos.
Rodeándolo todo el río insomne,
y yo con él en vela.


RICARDO MOLINA (Puente Genil, 1917 - Córdoba, 1968), Amarillo perfil de arquitectura (Córdoba en la voz de los poetas). Selección y comentarios de Carlos Clementson, Ayuntamiento de Córdoba, 2011.

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