Elegía
XIII
Los
que lean mis Elegías cuando yo esté ya muerto
dirán: « Este poeta era igual que nosotros.
dirán: « Este poeta era igual que nosotros.
¿Sus
amores? Acaso no hemos amado todos!
¿Su
tristeza? Quién no estuvo triste en la vida!
Así
cualquiera puede ser poeta.
Es
fácil hacer versos sin medida
y
hablar siempre de rosas y de lilas,
de
cielos y de nubes, de besos y recuerdos
».
Pero
yo habré ya muerto y será primavera
y
violetas y lirios cubrirán las colinas
y
los amores nuevos y las nuevas tristezas
perfumarán
el mundo con sus flores radiantes
de
deseos y lágrimas lo mismo que la vida.
Y
otros dirán tal vez: «
Amaba solo el cuerpo.
Era
un materialista.
Sus
Elegías son poco recomendables.
Muchas
podrían tacharse incluso de inmorales ».
Y
yo habré muerto entonces y será primavera
y
los tiernos deseos despertarán lo mismo
que
misteriosas aves en la tierra,
y
agitarán sus alas triunfantes en el aire
y
sus gorjeos mágicos
llevarán
a las verdes alamedas
amantes
que en la sombra se besarán los labios.
Y
algunos, una tarde
dirán:
«
¿Qué
nombre tuvo en la tierra su amada? »
y
unos pensarán en Elisa o en Laura,
y
otros en Isabel, en Beatriz o en Teresa…
Y
se preguntarán su nombre en vano
y
su dulce pregunta quedará sin respuesta.
Pues
yo habré muerto entonces y será primavera
y
la vida cantando cruzará por los campos
y
los amores nuevos y las nuevas tristezas
apagarán
con nombres de otras mujeres bellas
el
de aquella que amé sobre la tierra.
Y
un día una doncella leerá mis Elegías
y
al llegar a la decimotercera
acaso
diga: «
Cuánto amor, cuánta dulzura
hay
en
este poeta
».
Y
tal vez se confiese que de haberme encontrado
en
Sandua o Piedrahita me hubiera amado tanto …
Y
aunque sea primavera y yo haya muerto entonces,
al
beso de la lluvia despertarán las flores;
el
amor pasará suspirando en su flauta
por
los bosques sombríos y las claras montañas,
y
al agitarle el viento los cabellos de oro
temblará
la doncella, y yo estaré a su lado
aspirando
el perfume de su melancolía,
y
el cielo se pondrá más profundo y más grave,
y
yo seré una sombra dulce y apasionada
que
cruzará en silencio los verdes arrayanes.
RICARDO
MOLINA
(Puente Genil, 1917 - Córdoba, 1968).
Elegías
de Sandua,
edición
facsímil del primer número extraordinario de la revista Cántico,
en homenaje al poeta en conmemoración del primer centenario de su
nacimiento. XLIV edición Feria del Libro de Córdoba,
marzo-abril
2017.